Perdóname si dije que te fuiste
una tarde de cirio y camposanto;
entrecortado el rezo, amargo el canto,
doblegada la voz, el verso triste.
Perdóname si dije que dormiste
y que no despertaste con mi llanto;
estabas junto a mi, me amaste tanto
que en tu imagen de paz, la paz me diste.
Tengo tanto de ti que no hay ausencia,
ni distancia ni espacio que le hiera
a mi noche serena la armonía;
Ni a mi tarde apacible la avenencia
donde vive mi vida pasajera
en tu santa y eterna compañía.
No comments:
Post a Comment